LOGOS

Las mujeres comenzaron a participar en los ejercicios individuales y en el all around a partir de los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Las mujeres gimnastas se han caracterizado por ser una de las principales atracciones. Su habilidad y destreza las convirtió en leyenda. La primera de ellas se produjo en el encuentro de Melbourne 1956, donde la competencia fue dominada por Larysa Latynina, de la Unión Soviético. En México 1968, la checoslovaca Vera Caslavska fue la sensación. Se casó en nuestro país justo desués de las competencias. En los años 80 se convertiría en la entrenadora del equipo mexicano de la especialidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La siguiente estrella olímpica en gimnasia femenil fue la rusa Olga Korbut, que aunque no era la mejor gimnasta de su época (en de Munich 1972) se ganó al público con su simpatía y carisma.

 

En los Juegos de Montreal 1976 debutó Nadia Comaneci, de Rumania, hasta ahora la mejor gimnasta en la historia moderna. Comaneci no parecía tener miedo de movimientos peligrosos ni de los miles de personas que la observaban en el escenario canadiense. Era sólo una niña de 14 años. El dominio del bloque socialista en la gimnasia olímpica fue frenado debido al boicot olímpico de los Juegos de Los Ángeles 1984, que permitió lucir a la estadounidense Mary Lou Retton. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque las representantes de países del ex bloque soviético son gimnastas de alta clase en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 triunfaron los gimnastas chinas y estadounidenses.